A propósito de los proyectos culturales

Es sabido que en el diseño de un proyecto intervienen diversos elementos que atraviesan todo el proceso, desde la identificación del problema, a la ejecución misma de la propuesta, en un escenario de concursabilidad que privilegia la técnica y donde se financian buenos proyectos y no buena ideas.

En este contexto, desde hace ya 14 años, Egac viene realizando una intensa labor de formación en el ámbito cultural comunitario. Congresos, Encuentros, Seminarios, cursos, talleres, publicaciones, son parte de un largo recorrido y experiencia que nos ha permitido conocer en profundidad el sector cultural de nuestro país y el continente. Así, con el objeto de apoyar el trabajo de gestores, artistas, organizaciones y líderes sociales, desde hace 10 años, realizamos el taller intensivo de “Diseño de proyectos culturales y comunitarios”.

Invitados por Ministerios, municipios, universidades y organizaciones sociales, hemos acompañado procesos en todo el territorio nacional, desde Arica a Puerto Williams y en la mayoría de los países de la región. Este trabajo está basado en el libro “Elaborando un proyecto cultural. Guía para la formulación de proyectos culturales y comunitarios”, del fundador de Egac, Roberto Guerra, que ya cuenta con tres ediciones y ha sido presentado en México, Nicaragua, Ecuador, Colombia, Bolivia, y Argentina, constituyéndose en un material de referencia en la materia a nivel internacional.

Esta iniciativa ha beneficiando a cientos de agentes culturales, permitiendo mejorar sus competencias para la formulación de proyectos, desde una perspectiva comunitaria, que invita a problematizar la práctica y a pensar la acción cultural desde los territorios.

Cada una de estas ediciones ha sido generada de forma colaborativa, mediante preventa, demostrando que es posible la autogestión dentro de la gestión y que un libro de proyectos culturales, puede financiarse sin un proyecto. El 10% del tiraje de cada edición es entregado de forma gratuita a líderes sociales y organizaciones comunitarias del país.

En este tránsito, hemos constatado con alegría que “Elaborando un proyecto cultural” es usado como bibliografía básica para la formación de gestores culturales en diversas universidades y como material de apoyo cotidiano a la labor de organizaciones culturales, artistas y gestores, pero asimismo que sus contenidos de tanto en tanto son abiertamente plagiados, usados para capacitaciones donde no se cita su autoría, así como usadas sus fotografías y portada. Hoy es el turno del “Taller intensivo de diseño y elaboración de proyecto culturales. De la idea al proyecto”, impulsado por la Subdirección de Cultura de la Municipalidad de Santiago en alianza con la organización Caja Cerebro, que exhibe como propios gran parte de los contenidos del taller “Diseño de proyectos culturales y comunitarios” y algunos de nuestro libro. Basta solo comparar para concluir lo anteriormente señalado, como además nos han referido varios de nuestros lectores, alertando de esta situación.

Precisamente en “Elaborando un proyecto cultural” (Pág. 37), intentando dar una respuesta local a la pregunta formulada por David Rosello sobre “¿Qué se le pide a un proyecto cultural para ser considerado un buen proyecto?”, mencionamos la originalidad. Allí señalamos que esta, “no solo se relaciona con la elección de temas novedosos, sino que en el abordaje que pueda hacerse de estos y la creatividad aplicada para conseguirlo”. Ciertamente no hay acto creativo en el hecho de tomar contenidos de la web y usarlos sin citar la fuente, lo cual sigue siendo una práctica extendida en el sector cultural. Nos alegramos del uso de nuestros materiales y experiencias, pero no nos parece ética la apropiación de contenidos.

Nos preguntamos: ¿cómo fortalecer una real cultura de la cooperación y no de la competencia en un sector que precisa de interrelaciones cada vez más estrechas?, ¿Cómo fortalecer la cooperación y pertinencia en el diseño de nuestros espacios de formación?, ¿qué papel juega el factor ético en lo que hacemos?,  ¿Cuánto contribuye o desincentiva con sus acciones el municipio la articulación del sector?

Egac, Santiago, junio de 2019.

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